Descubre la historia erótica de Francisco y Azul, una intrépida pareja swinger que vive la vida al máximo y goza de los Love Hotel en compañía de sus amigos.
Lo prometido es deuda, y como te habíamos mencionado anteriormente, estaremos compartiendo los mejores relatos eróticos que nuestros lectores nos han enviado, así que acomódate en donde más te guste y disfruta de esta lectura hot.
“Les contaré esta historia real que nos ocurrió hace algunos meses. Pero antes me presento: Mi nombre es Francisco y he sido esposo por más de 15 años de Azul, una hermosa mujer de 42 años con una bella piel blanca, cabello castaño largo como melena de león, unas tetas copa “C”, culo pequeño pero bien formadito y unas piernas que me enloquecen. Aunque han pasado los años y han llegado los hijos, me sigue encantando: toda ella enmarcada en una cara hermosa, unos ojos color miel y una sonrisa con dientes perfectos que me hipnotiza; y a quienes la tienen cerca también, tal y como lo contaré más adelante.
Hemos formado parte del ambiente swinger desde hace más de 2 años, aunque la verdad ella fue un tanto tímida al principio. Comenzamos acudiendo a los bares SW solo a ver y a hacerlo frente a desconocidos, es decir, algo voyeur y exhibicionista; y yo con el tiempo me di cuenta de mi afición al caundalismo.
En uno de esos antros conocimos a un tipazo que llamaré “T”, que nos invitó a una fiesta en el Love Hotel Patriotismo Hotel & Villas, un extraordinario lugar. Los 15 días previos a la fiesta estuve convenciendo a Azul (recuerden que antes mencioné que era tímida al principio) para que la disfrutara, y quedamos en que si todo estaba bajo control y ella se sentía cómoda, se dejaría llevar por el momento.
Llegó el día, era un viernes. Desde temprano me avisó que se estaba preparando para la fiesta, ya saben: baño de tina, exfoliación, arreglo de las uñas de pies y de manos, y todas esas cosas que hacen ellas para gustarnos todavía más. Eligió un conjunto negro de bra y tanga muy bonito y sexy, un vestido sin escote pero cortito del mismo color y de manga larga que ya le había visto, llevaba un cierre en toda la parte de la espalda. Sin embargo, ese día lo vistió con el cierre al frente. Se tomó dos tequilas de un hilo antes de salir de casa y nos encaminamos a la reunión. Gracias a los tequilas, Azul estaba tranquila y relajada, sin miedo.
Al llegar al Love Hotel, que por cierto cuenta con una entrada muy cómoda sobre la avenida, buscamos estacionamiento y se nos indicó de forma muy amable y discreta cómo llegar a la Villa Alberca. Al entrar advertimos una habitación muy amplia, con Alberca y detalles realmente lujosos y excitantes. También contaba con un Jacuzzi muy espacioso, junto a éste un colchón redondo y un increíble Tubo de pole dance; nos pareció una habitación estupendamente cómoda y agradable.
Estando ahí nos dimos cuenta de que nuestro amigo “T” se encontraba acompañado de aproximadamente ocho hombres y dos mujeres, que con Azul ya hacían tres.
Como se los he contado, mi mujercita es tímida al principio, por eso para mí fue muy sorprendente que al conocer el motivo de la sensual pool party (en cuanto llegamos “T” nos informó que uno de los asistentes cumplía años), Azul sin más preámbulos le dijo:
–¿Tú eres el del cumpleaños? Perfecto, ¡mira! Aquí está tu regalo –Y bajando el cierre de su vestido hasta la cintura, quitó con un sutil movimiento su bra, y quedando sus riquísimas tetas al descubierto, le dio un abrazo con beso al cumpleañero.
Todos los que estaban ahí abrieron los ojos aplaudiendo la desinhibición de Azul y yo me quedé con el ojo cuadrado. Empezó a fluir la charla, y claro, también el alcohol; y en cierto momento, una de las dos chicas a quienes conocimos al llegar invitó a Azul a meterse a la alberca. Yo intuí que rechazaría la invitación, pues jamás le ha gustado desnudarse por completo frente a las personas a causa de su timidez, y considerando que eran once personas desconocidas creí que no sería una opción, sin embargo, para mi sorpresa (la segunda de la noche), me dijo:
–Me voy a meter al agua, venimos a divertirnos, ¿no? –Y se quitó el vestido, el bra y la tanga, quedando totalmente desnuda. Se metió al agua de un clavado y yo tuve una erección impresionante viendo como mi mujercita se comportaba sin inhibiciones.
Dentro de la Alberca, Azul se fundió en un abrazo con nuestra nueva amiga y ambas totalmente desnudas comenzaron a besarse. El cumpleañero, ni tardo ni perezoso, se desnudó y se metió al agua para juguetear con las dos. Al poco tiempo entraron otros dos de los hombres, la amiga se quedó con uno y Azul tuvo en ese momento a dos caballeros a su total disposición. Ellos finamente comenzaron a brindarle todo tipo de atenciones, besos y caricias, y ella se prendió del cuello de uno pasando las piernas por su cintura, mientras el otro abrazándola por detrás le acariciaba las ricas tetas. Yo pensé que incluso ahí mismo se la cogerían, y la posibilidad de una doble penetración me recorrió como una descarga eléctrica por la espalda. Cabe señalar que eso jamás lo ha hecho, ya que no se siente cómoda con el sexo anal.
Sabía que nunca lo hacemos sin condón así que tenía ese nervio, pero estaba seguro de que por más entonada que estuviera ella, jamás lo haría sin protección, y así fue. Entre roces y caricias metieron mano a placer y ella se dejó querer por estos dos tipos a los que acababa de conocer.
Tiempo después me contó que sintió esas cuatro manos recorrer todo su cuerpo, que tomaban turnos para meterle los dedos en su muy lubricada vulva y que incluso permitió que le introdujeran algunas falanges en su muy apretado culito. Así las cosas, pasó un buen rato, se salió de la alberca, se secó y se puso su vestido con el cierre por delante y sin nada de ropa interior.
Transcurrió el tiempo y “T” nos hizo plática junto con otros dos tipos, al poco rato y casi sin darme cuenta, “T” se llevó a mi mujercita a un rincón apartado de todos y se tardaron un rato. Me entró la curiosidad y fui a donde estaban, los encontré de pie dentro de la regadera. Azul de espaldas a nuestro amigo, quien se la cogía desde atrás. Y a pesar de la música, logré escuchar perfectamente el sonido del bombeo por detrás y los deliciosos gemidos que ella emitía. Yo me quedé observando y ellos al sentirse “descubiertos” decidieron ir a un lugar más cómodo. Al lado de la Alberca se encontraba una Cama Redonda, así que decidieron hacerlo ahí. Primero de misionero y luego de perrito, ¡delicioso! Pronto se acercó otro de los invitados y comenzó a disfrutar de las tetas de mi mujer: acariciándolas, estrujándolas y succionando sus hermosos pezones erectos.
Después de un rato, Azul trepó en nuestro amigo y los vi hablando así, unidos como estaban. Me llamaron sin que Azul se desmontara de él y me sugirieron que intentaramos una doble penetración. Como ya les había contado, yo sé que Azul no se siente cómoda con el sexo anal, pero en esta ocasión él me dijo que intentaramos con una doble penetración vaginal. Sin perder un solo instante, me coloqué atrás de mi esposa, quien se quedó quieta esperando mi pene; nuestro amigo “T” estaba totalmente inmóvil y créanme, la sensación fue estupenda pues Azul comenzó a emitir unos gritos ahogados. De dolor en un principio y después de placer. Esto provocó que varios se acercaran a ver su show y a escuchar sus deliciosos gemidos. Desde mi privilegiada perspectiva, podía observar las hermosas nalgas de Azul inmóviles, pues el ritmo lo llevavamos “T” y yo; mi pene entrando y saliendo de su vagina húmeda y “T” con una cara de placer mientras se alternaba para besarla y chuparle las ricas tetas. Por su lado, ella se vino varias veces en su primera doble penetración. Después me contó que al principio fue un tanto dolorosa, pero que la sensación fue placentera.
Por ahora dejaré hasta aquí este relato, para que te imagines y disfrutes de nuestra experiencia, sin embargo, pronto regresaré con las siguientes partes, pues hay mucho más que contar de esta grata experiencia en el Love Hotel Patriotismo Hotel & Villas que duró hasta muy entrada la mañana del día siguiente.”
Esperando les haya gustado, en breve las siguientes partes.
A&F