Además de no ser Kinky, estas parafilias pueden llegar a ser sumamente peligrosas. ¿Ya las conoces? Aquí te contamos sobre ellas.
En el mundo del placer y la sexualidad humana existen tantas prácticas y fetiches como te puedas imaginar, sin embargo, no todas son seguras o recomendables, y es que aunque en “gustos se rompen géneros”, hay parafilias que pueden poner en riesgo la vida de sus practicantes. Recuerda que lo más importante para disfrutar de una sexualidad plena es que todo lo que hagas sea seguro, libre y consensuado, de modo que aunque te gusten las emociones fuertes o las nuevas experiencias, hay fetiches que no son Kinky y por ende definitivamente no es recomendable que los practiques, sin embargo, conocerlos puede ayudarte a evitar que te pongas en peligro.
Empecemos por aclarar que a diferencia de las fantasías sexuales, los fetiches son patrones de comportamiento mediante los que una persona puede alcanzar el orgasmo o recibir placer a través de un objeto o una acción que por lo regular suele ser inofensiva o poco común, por ejemplo, la excitación mediante las cosquillas, o la podofilia, en donde los pies son el principal objeto de deseo.
Así mismo, existen algunas parafilias o fetiches que pueden ser considerados como una enfermedad, debido a que al convertirse en una conducta recurrente llegan a afectar la vida social y laboral de la persona. También se consideran peligrosas al momento de poner en riesgo la salud de los mismos. Aquí te decimos algunos fetiches que no son Kinky.
Son llamados vampiros sexuales, las personas que encuentran placer y excitación a través del consumo de sangre o de ver sangrar a sus amantes durante el acto sexual. Esta práctica puede ser altamente peligrosa, no solo porque se corre el riesgo de contraer alguna infección como el VIH, sino porque al ser heridas provocadas mediante lesiones con otros objetos, sus practicantes pueden llegar a desangrarse.
Otros de los fetiches más peligrosos son la coprofilia y la urofilia, cuya excitación sexual se basa en la heces y en la orina, así como en la idea de ver a otras personas orinar o defecar sobre ellos. De igual modo pueden recibir placer oliendo, saboreando y tocando el excremento y la pipí tanto propia como ajena.
Cabe mencionar que esta actividad es practicada tanto de manera individual como colectiva, e incluso algunos coprófilos también practican la coprofagia, que consiste en la ingesta de heces. Mientras que la urofilia, conocida coloquialmente como lluvia dorada, también consta de sentir placer a través de orinarse encima.
Sumamente peligrosa, la asfixia de sometimiento es un fetiche sexual que definitivamente no es Kinky pues pone en riesgo la vida de una persona. Consiste en interrumpir la respiración como forma de excitación, ya sea mediante el estrangulamiento o el uso de bolsas de plástico.
Muy similar al cuento original de la Bella Durmiente, la somnofilia consiste en mantener relaciones o encuentros sexuales con una persona dormida sin que esta se dé cuenta o se despierte, así mismo, existen algunos somnofilos que se excitan solo con ver a desconocidos dormir sin necesidad de tocarlos, mientras que otros únicamente llegan al orgasmos masturbándose junto a una persona que duerme.
En resumen, esta parafilia no es Kinky, ya que para alcanzar una mayor excitación, las personas que lo practican lo hacen sin el consentimiento de los durmientes.
En este fetiche el placer se obtiene ante la idea de que una persona sea comido por algo o alguien, así mismo, también se consigue la excitación mediante la ingesta de objetos pequeños como joyas o juguetes, e incluso de animales vivos como peces, lo que a su vez resulta riesgoso, ya que puede provocar tanto atragantamientos como cortes en el intestino.
¿Qué tan peligrosas te han parecido estas parafilias? Estas prácticas además de no ser Kinky ponen en riesgo tu salud y tu vida. Evita ponerte en riesgo, cuídate y dile sí a una sexualidad libre, plena y consensuada.
¡Hazte Kinky!
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