Despierta la pasión y el erotismo con estos juegos que ponen a tu favor la sensualidad.
La vida en pareja es mejor si los dos aprenden a explotar sus sentidos y brindar más placer por medio de distintos juegos y técnicas que aumenten la sensorialidad del momento. Es por eso que esta vez te invito a explorar todos tus sentidos y convertirte en un experto Kinky del placer.
¿Alguna vez alguien te ha excitado sin siquiera tocarte? Por ahí va la cosa; imagina todo lo que puedes hacer antes de llegar a la penetración para lograr un encuentro íntimo de mil estrellas.
Masaje erótico
Una excelente opción es un masaje a la luz de las velas, y más si éstas son hechas de alguna cera o manteca natural, pues se derriten y con ese aceite puedes masajear a tu pareja ¡El tacto y el olfato a todo lo que dan!
Baile sensual
Un streaptease es un juego erótico perfecto para estimular la vista, acompáñalo con un juego de lencería súper sensual para que tu pareja se prenda y quiera comerte com-ple-ti-ta.
Ojos vendados
Vendarle los ojos o permitir que te los vende es un excelente juego para estimular los sentidos, pueden hacer uso de diferentes texturas para ir recorriendo sus cuerpos hasta llegar a la locura.
También puedes preparar un sensorama en casa, este juego consiste en adaptar lugares y espacios para hacer un recorrido de experiencias sexuales. ¡Véndale los ojos!
Podrías comenzar en la cocina dándole a probar algo delicioso, como el chocolate, que es por excelencia uno de los ingredientes afrodisíacos favoritos del erotismo. En la sala o en tu recámara, puedes susurrarle al oído fantasías o poner música sensual. Aquí puedes aprovechar para quitarte la ropa y que con sus manos vaya recorriéndote. Dale rienda suelta a la imaginación y disfruta.
Juega con los aromas
Al final, entra al juego de los aromas… Puedes escoger un buen aceite afrodisíaco, como el de ylang-ylang, de rosa, de jazmín o de patchouli, y poner unas gotas en un difusor para que la sensualidad llene el ambiente.
Experimentar y explorar las sensaciones que produce el inhibir o expandir uno de los sentidos es una de los actos más sensuales y provocadores que la capacidad de sentir nos brinda.